Desde la dehesa salmantina Domingo García Martín les ofrece la virtud de un buen jamón. Curados en comunión con la naturaleza, nuestro jamones son la síntesis perfecta entre la más pura raza y una cuidada alimentación a base de bellotas y pastos naturales. De intenso color rosado y un suave brillo aléico, cada una de sus vetas emana el sabor de una tradición familiar depositada desde 1870.Su sabor, de notas dulces y fundentes, es una alternancia armónica de aromas que provocan en el paladar una experiencia única e irrepetible.